domingo, 10 de octubre de 2010

Desmadre en Decathlon

Hola a todos.

Ayer nos acercamos a Decathlon, una tienda de artículos de deportes, para coger algo de ropa para salir al campo. La escena que nos encontramos allí me llenó de vergüenza ajena. El sitio estaba lleno de padres con sus retoños sueltos como si estuvieran en el parque de atracciones. Por los pasillos rodaban pelotas de todos los tamaños, monopatines y patinetes. Los niños le daban al hula-hop en cualquier sitio. Entre el ruido de los niños y el de los padres llamándoles a voces, lo único que apetecía era salir de ahí cuanto antes.

Lo peor era ver a algunos padres haciendo lo mismo. En vez de enseñar a sus hijos un poco de educación, estaban jugando con ellos como si fuera lo más normal del mundo: coges lo que sea de la estantería, lo usas en mitad de la tienda, lo dejas tirado por ahí cuando estés harto y te vas con cualquier otra cosa. Imagino que luego se quejarán si se llevan algo a casa y ven que está usado.

A todo esto, los empleados de la tienda atendían con una sonrisa y sin dar indicios de que la situación les pareciera extraña.

Cuando yo era pequeño, en el momento que me desmadraba mis padres me llamaban al orden sin contemplaciones. No guardo en la memoria ninguna visita a una tienda donde se me permitiera coger nada de lo que hubiera expuesto, ni siquiera usar algo que fuéramos a comprar pero aún no hubiéramos pagado.

Con una educación así, ¿qué podemos esperar?